Como parte de la instalación de los nuevos depósitos se construye un segundo plano de trabajo a una cota de 4,30 metros que conecta con el plano de la antigua bodega, lo que permite trabajar en las bocas de todos los depósitos desde un solo nivel.

Una cubierta de chapa de acero de dos hojas, con la interior autoportante a base de un pliege nervado de 250 mm de paso y un espesor de 1,5mm, permite por un lado un óptimo aislamiento térmico de la sala realizado con lana mineral encapsulada entre ambas hojas y por otro un espacio diáfano de 12,50 metros de luz.

El material de cubierta utilizado permita moldear la chapa continua en suaves ondas de diferente eje, lo que otorga al edifico un carácter amable con el entorno y al tiempo una adecuada relación con el edificio original de la bodega.